lunes, 27 de junio de 2016

Living with Shine, la comedia mexicana con superhéroes



Living with Shine ("Viviendo con Shine") es muy fácil de definir. Es un cuento de superhéroes. Nuestros amigos Raúl Valdés y Oscar Amador, mancuerna genial de dibujante y guionista, respectivamente, la llaman un sitcom, una comedia de situación, género que se ha cultivado en los medios mexicanos lo mismo en los cómics, porque Los Burrón son una sitcom ambientada en los barrios chilangos de clase media baja, que en el radio con la comedia familiar de El Panzón Panseco, y en la tele con El Chavo, La criada bien criada y Hogar, dulce hogar.


            Shine avanza sobre los hombros de gigantes, es heredero de Los Burrón de Gabriel Vargas, de Memín Pinguín de Yolanda Vargas Dulché y Sixto Valencia, de Los Supersabios de Germán Butze. Y camina entre otros gigantes como Power Nap de Bachan, los Moco-Comics de Juanele, con las FairyBitches de Erik Valdez.
            Y esto nos lleva a una de las características fundamentales de Shine. Como Power Nap, las tiras de Juanele y las Hadas Cabronas de Erik Valdez, surgió en Internet. El volumen que ahora presentamos contiene tiras que aparecieron por primera  vez en www.livingwithshine.net. Shine es uno de los primeros webcomics mexicanos, el primero en ser reseñado por la prestigiosa revista electrónica newsarama.com, y uno de los mejores porque se hace con cariño, y porque Oscar y Raúl la hacen divirtiéndose.


            Es leyenda que cuando Sotero Garcíarreyes escribía Fantomas, estaba tras su máquina de escribir con capa y sombrero de copa, que cuando Daniel Muñoz escribía El Pantera por las madrugadas, su familia se despertaba con las carcajadas que pegaba ante el cotorreo que echaban sus personajes.
            Oscar y Raúl se ríen de sus personajes y se ríen con nosotros. Por eso nos invitan a reír con un superhéroe que tiene un poder inigualable… brilla. Y nos reímos con su galería de villanos. Un pato. Un mimo diferente a todos los mimos… porque habla. Un bárbaro que no sabe conjugar y habla como Tarzán.


            Shine es autorreferencial y juega con las convenciones y los tics de la historieta de superhéroes. En sus historias se hace alusión o de plano se pitorrea de sagas como las Crisis de DC Comics, los viajes en el tiempo, el héroe que aparece para advertir de un futuro de catástrofe y con los personajes prestados, robados o agandallados, como en un cuadrito donde perros se abalanzan sobre el villano T-Bone, que está armado con chuletas, y esos perros son Snoopy, Scooby-Doo, Rufo de Los Muppets y uno que no sé si es Milou de Tintin o Poike de Bachan.
            Tiene viñetas inspiradas (hay quien diría que fueron apañadas) en la primera aparición de Robin, en El Guasón de La Broma Mortal de Alan Moore y Brian Bolland y en Los Vigilantes. No, no en Vigilantes de Raúl que se publica en Momentum Comics, sino en los de Alan Moore y Dave Gibbons).



            Y luego de su paso por la red, en la que sigue rockeando, Oscar y Raúl presentan la “primera temporada” de Shine en su versión impresa, porque como dice Stan Lee (dicho en su versión modificada para todo público) es muy padre ver una señora o señorita en tu computadora, pero es más padre tenerla entre tus manos.
            Shine pasa de ser diversión electrónica a diversión que puedes tocar, leer sin que la radiación de la pantalla te quite el sueño, y que incluso puedes oler. Shine llega ahora contigo en un bonito volumen impreso en papel couché, que destaca los bonitos efectos de color, ora sí que en versión anotada con bocetos, diseños de personajes y una galería con las principales figuras de la escena comiquera mexicana actual, lo mismo Jorge Break, creador de Meteorix, que Edgar Delgado, colorista en Marvel, que Augusto Mora, autor de ¿A dónde nos llevan?, que es documento fundamental para entender la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
            Y tiene una introducción del más grande rockstar de los comiqueros nacionales, Humberto Ramos, que dibuja El Hombre Araña.
            Shine es uno de los mejores y principales webcomics mexicanos, y hoy como dicen los gringos es ¡un libro muy guapo! Lo pueden comprar en http://www.livingwithshine.net/.


(Texto leído en la presentación del primer volumen de Living with Shine, el viernes 24 de junio de 2016 en la Librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica)

lunes, 20 de junio de 2016

Ars Vita, escuela de cómic y manga



Dibujantes mexicanos, especializados en el estilo de ilustración de historietas al estilo japonés (manga), comparten sus conocimientos con aspirantes a expresarse con dibujos, a narrar historias con historietas, en el centro cultural Ars Vita, ubicado en avenida Chapultepec 126, colonia Roma Norte de la Ciudad de México. Sus profesores “estamos convencidos que el arte hace mejores personas y eso es precisamente lo que buscamos, promover un mejor mundo”, indicó uno de sus fundadores y docentes, Juan Carlos Hernández, conocido como Ángel Pethka.


“Mi formación comenzó a finales del siglo XX en el estudio Ka-Boom, donde aprendí con el señor Óscar González Guerrero, luego en agencias de publicidad y casas productoras donde trabajé mucho storyboard (cómics que se realizan para ofrecer a directores de películas y comerciales una vista previa de los encuadres de sus escenas)”, narró Ángel en entrevista electrónica.
            Ángel debutó a principios de los años 2 mil en la empresa Editoposter, pionera en el periodismo comiquero con su revista Conexión Manga. Ahí “realicé las primeras clases de dibujo de la revista Dibujarte y el cómic Academia Stellar, escrito por Ignacio Loranca. Luego edité la revista Artemanía y colaboré como ilustrador en Dibujarte y Hentai (especializada en cómic japonés pornográfico). Por un tiempo coordiné y edité la sección SAGA en revista Conexión Manga, en la que se publicaban cómics del público lector. Un par de años más tarde comienzo a dirigir las revistas Archivos de Fantasmas, Evidencias de Fe y el relanzamiento de Simón Simonazo con el genial Moraliux. En 2006, en el sello Vanguardia Editores, lanzo revista Gótica, con la que tengo oportunidad de promover la cultura alternativa a nuevos niveles”.
Vanguardia Editores fundó la escuela de dibujo Dibujarte School, en la cual Ángel colaboró hasta la primavera de 2015, cuando “me independicé y fundé junto a excelentes artistas Ars Vita Studio, un espacio con una visión diferente, pues más allá de impartir clases, preferimos compartir nuestras experiencias artísticas y profesionales con las nuevas generaciones”

 
Explicó que “más que una escuela de dibujo, Ars Vita es un centro de formación artística especializada en el Noveno Arte (el cómic). Aquí, jóvenes de todas las edades aprenden a dibujar, pintar y modelar, pero ante todo a desarrollar su creatividad y estilos propios. […] Entablamos una sinergia con los alumnos tal que los motiva y desafía a crear, inventar sus mundos”.
Aseguró que “realmente enseñamos a dibujar manga y cómic a través de estudios históricos, de tendencias y de estilos que marcaron el medio internacional. Desarrollamos la creatividad de nuestros alumnos a través de la pintura tradicional, del modelismo, grabado, guion e ilustración digital”.


Destacó que en Ars Vita “constantemente tenemos artistas invitados que comparten su experiencia a través de talleres y diplomados mucho más especializados; tales fueron los casos de Tehani Farr y su Laboratorio de Ilustración, Gaby Maya e Izumi Kasuga con el Primer Diplomado Manga en México, Zayuri Kyoto con su Taller de Hentai y más recientemente, el Primer Diplomado en Diseño de Personajes a cargo de Enrique Chávez Esparza, quien fuera animador en Disney”.


            Indicó que “somos la única institución en la que se montan exposiciones en torno a los alumnos para así transmitirles directamente inspiración; tales fueron los casos de las exposiciones de obra de Till Lindemann (vocalista de Rammstein) y de la pintora Quimera Negra”.
Acotó que “todos los profesores trabajamos en Dibujarte School; de hecho Adriana Pasos, Zayuri Kyoto, Emilio Martínez y yo fuimos fundadores del proyecto, pero luego de diez años y de diferencias creativas ya muy marcadas, todos decidimos renunciar a Dibujarte School y a Vanguardia Editores el sábado 21 de marzo de 2015, nuestra primavera artística”. Acotó que en Ars Vita “somos una familia de artistas renegados y jurados a compartir el conocimiento, la experiencia y a forjar nuevas generaciones de artistas”.


De acuerdo con Ángel, “en Ars Vita tenemos un sueño, formar mejores mexicanos para un México mejor. Porque estamos seguros que el arte hace mejores personas y es lo que necesitamos para el futuro que hoy nuestros alumnos comienzan a trazar, literalmente”.
Ars Vita está por iniciar nuevos cursos de manga y cómic, así como un curso de verano. Para más información, visita su muro de Facebook.
MISCELÁNEA COMIQUERA
Martín Avilés, historietista con más de 25 años de experiencia, forjado con el maestro Sixto Valencia (con quien realizó Memín Pinguín), ofrecerá un taller de cómic en la Escuela de Diseño Gráfico de Unidad Anáhuac de Cancún, Quintana Roo, del 11 al 29 de julio. Para informes de este curso abierto al público en general, comuníquense con Erik Castillo, coordinador de la Escuela, a la dirección electrónica erik.castillo@anahuac.mx, al teléfono (998) 8817750 ext.195, o al celular 9982 197755.
            Además, este viernes 24 acá su Charrus enigmaticus participará en el evento Una velada shinosa. El regreso, una charla con Oscar Amador y Raúl Valdés, creadores del cómic Shine, pionero de la historieta internacional en Internet. Presentaremos la versión impresa de Shine y vamos a echar desmadre bien bonito. Los esperamos el viernes 24 de junio a las 19 horas en la Librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica, en Tamaulipas 202, en la colonia Condesa de la Ciudad de México. 



lunes, 13 de junio de 2016

Inche Bef, te estás saliendo con la tuya



Adiós, historieta industrial mexicana. Se fueron esos tiempos de visitar el puesto de periódicos al menos cada tercer día para ir por nuestros cuentos, el Memín (de Yolanda Vargas Dulché y Sixto Valencia), Los Burrones (escritos y dibujados por Gabriel Vargas), el Meteorix (de Jorge Break). Ya no están Kalimán (con guion de Víctor Fox, con dibujos de Leopoldo Zea Salas, Cristóbal Velasco y René del Valle), Chanoc (de Ángel Mora), las novelitas románticas, de vaqueros o policiacas.


                En los quioscos ya no encontramos cómics mexicanos, sólo reimpresiones de historietas extranjeras, especialmente estadunidenses, las de las editoriales Marvel –con el Hombre Araña a la cabeza— y DC (dueña de Batman y Superman), así como los trabajos basados en series de televisión y no necesariamente de superhéroes, que editan en nuestro país las editoriales Kamite y Panini. Estas dos últimas empresas también publican manga (historieta japonesa).



                Pero no hay historieta nacional en las calles y en papel.
                Muchos factores influyeron para que se fuera.
                La competencia con el entretenimiento electrónico (un cómic no baja de diez pesos, mientras que se pueden conseguir a menor precio música, juegos y películas piratas), el hartazgo del público lector ante la repetición de temas populacheros y sexosos en las revistas cómicas y de horror; la pauperización de la economía en general…
                Y no obstante, el cómic mexicano está bien y vivo, con creadores convencidos de su labor al presentar historias narradas con texto e imágenes. No están en los puestos de periódicos, sino en la red y esperan lectores. Ahí están las obras de Break, Elisabetta Di y Raúl Valdés, Roberto Cota Briseño y Rafaela Herrera, junto con las de muchos otros, en Momentum Cómics.


                Al mismo tiempo, la historieta mexicana se hace de un sitio en las librerías.
                Bernardo Fernández, Bef (Ciudad de México, 1972), promueve la migración de la historieta nacional a las librerías desde hace más de 20 años. Desde sus estridentes, contestarios inicios en las trincheras alternativas del fanzine hasta sus más recientes publicaciones, Bef ha escrito prosa –y ha ganado cualquier cantidad de premios internacionales por sus novelas policiacas—, además que realiza historietas del calibre de su Uncle Bill, biografía de William Burroughs (Sexto Piso, 2014) y Espiral un cómic recursivo (Alfaguara, 2010). Y está por publicar nuevos proyectos.


                Su trabajo se consigue fácilmente en tiendas de libros, al igual que los Jours de papier de Tania Camacho y Esteban Martínez, que surgió en la red y ahora impresa por Grijalbo. También están disponibles los muy buenos trabajos de Editorial Resistencia, entre ellos Mascotas chenchas de Juanele; ¡Cácaro! La Época de Oro del cine mexicano en monos, de los queridos, admirables y admirados Luis Fernando, Rocha, Hernández y Magú.

                Y qué decir del Power Nap de Martiza Campos y Sebastian Bachan Carrillo, que se hace para la red en Mérida, Yucatán, y luego se imprime con apoyo de sistemas de fondeadora, así como el trabajo que Fixión Narradores publica en Monterrey, Nuevo León, que incluye Nómadas del yermo de Raúl Treviño; Turbo Desafiante de Dono Sánchez y Ultrapato de Edgar El Pato Delgado.


                Tantos años de lucha a fuerza de pinceladas y oprimir teclas se consolidaron en felices resultados impresos, mi querido Bef. Te estás saliendo con la tuya, caón.