lunes, 29 de febrero de 2016

Dragon Ball y zombis en el Castillo de Chapultepec



El pasado 26 de febrero se cumplieron 30 años de la primera emisión de la serie de dibujos animados Dragon Ball, basada en la historieta (manga, en japonés) del mismo nombre, realizada por Akira Toriyama y publicada entre 1984 y 1995.
            Dragon Ball es un éxito mundial inigualable. Todos los chamacos (y no pocas chamacas), lo mismo en España que en Tailandia y México, queremos ser como Gokú, el saiyayin superpoderoso rodeado de valientes y cariñosos amigos, deseoso de aprender y superarse para hacer el bien y desfacer entuertos.

 
            Curiosamente, Dragon Ball no ha pegado en Estados Unidos. Quizás ha sido por su errática programación en ese país y la severa autocensura de realizadores y emisores, quizá por el gran parecido de su trama básica con la de Superman (un extraterrestre protector llega del espacio para defender a la Tierra), el hecho es que Gokú y compañía no la han hecho en Gringonia.
            Por el contrario, Dragon Ball es una de las series más queridas en México, pilar del gusto nacional por la animación japonesa junto con Los caballeros del Zodíaco y Sailor Moon. En nuestro país Dragon Ball fue punta de lanza que estableció la cultura otaku (aficionada al manga y a la animación nipona) y los actores de doblaje de la serie lo propiciaron al acercarse a su público en convenciones de aficionados.


            Mario Castañeda, quien interpretó al protagonista de la serie de acción McGyver y al narrador de Los años maravillosos, hace a Gokú para México; Laura Torres interpreta a Gokú de niño y a su hijo Gohan; Patricia Acevedo (Serena en Sailor Moon) es Milk; Carlos Segundo interpreta a Piccoro. Todos ellos encabezan a una legión de talento que con sus voces han hecho soñar a más de una generación de aficionados a la aventura.
            Y en buena hora participan continuamente en presentaciones, talleres, encuentros y conferencias sobre su trabajo, del río Bravo a La Patagonia.


            La franquicia Dragon Ball aún tiene gas para rato. Con series de televisión y películas de dibujos animados, videojuegos, barajitas, juguetes y una avalancha de  parafernalia, la creación de Akira Toriyama nos reserva nuevos, emocionantes viajes de aventura y aprendizaje.

Crónicas de Fátima va del pixel al papel
La serie de zombis Crónicas de Fátima, realizada por Jorge Break, en el cual supervivientes a una infección zombi luchan por mantener su humanidad en la Ciudad de México atrincherados en el Castillo de Chapultepec, publicada en formato digital por Momentum Comics, necesita tu apoyo para editarse en papel.


            Para ello se inició un proyecto en una fondeadora, con el cual ofrece geniales recompensas a cambio de ayuda económica.
            Al aportar 50 pesos, se obtiene un póster. Con 150 pesos, se recibe un póster y una edición impresa con los primeros ocho números de la serie. Al otorgar 300 pesos, lo anterior y un dibujo digital de Break firmado por éste y el guionista Jagr; con 500 pesos, lo ya descrito y una camiseta; por 800 pesos, lo indicado ya y un peluche personalizado; por mil pesos, todo lo dicho y una aparición como zombi en la serie.
            Break en específico y el cómic mexicano nos convocan. Vamos a apoyar.


lunes, 22 de febrero de 2016

Cómics en Minería



Juan Manuel Ramírez de Arellano, conocido en los bajos fondos –feliz, cariñoso nombre para el medio comiquero mexicano— como Juanele, presentará su trabajo más reciente, Mascotas chenchas, publicado por Editorial Resistencia, este viernes 26 de febrero a las 20:00 horas, como parte de la Feria Internacional del Libro (FIL) del Palacio de Minería, en el auditorio 4 del recinto.


             Juanele, físico de profesión y uno de los principales narradores gráficos del México en el siglo XXI, estará acompañado por Luis Fernando, decano, maestro, inspiración y amigo de los ilustradores y bien querientes del cómic, quien llevará su nuevo opus Las insólitas aventuras de Yoni Latorta, Libro 2 La secta de la moronga. El entusiasmo templado con la experiencia. La reunión va a estar bien padre.


            Los eventos relacionados con el cómic se redujeron este año en la Feria de Minería; no obstante, habrá mucho que ver y conocer. Otra convivencia entre realizadores de cómics y sus lectores en el evento será la charla De historietas chihuahuenses, Monos de Acción y Barrera Animation Studios.
            Chihuahua es el estado invitado en la FIL, y ahí se hace genial historieta. La cita con los autores chihuahuenses Karen Acosta, Sofía Cera Siller y Javier Gutiérrez Valdéz será el miércoles 24 de febrero a las 19:00 horas, en el Pabellón de Chihuahua de la FIL.


            El viernes 26 a las 19:00 horas, Hernández, el admirado y querido monero de La Jornada presentará junto con Bernardo Fernández Bef su novela gráfica Che Guevara. Una vida revolucionaria, realizada a partir de la biografía de Ernesto realizada por Jon Lee Anderson. Vayan y de una vez quédense a saludar a Juanele y Luis Fernando a las 8 de la noche.


            El sábado 27 a las 19:00 horas, Caligrama Editores presentará Howard Lovecraft y el Reino Submarino, con traducción de Ricardo Cachoúa, joven veterano experto en trasladar al español cómics originales en inglés.
Cursos y presentaciones
Jimena Sánchez S., creadora de la serie Monitos bonitos, ofrecerá un taller de ilustración digital en ocho sesiones, en las instalaciones de Instituto de Animación y Arte Digital, en la calle de López número 15 del Centro Histórico de la Ciudad de México, a partir del 2 de abril. Jimena también dará un curso sobre ilustración de libros infantiles en la misma institución. Para informes, busquen en Twitter y en Facebook @animacion3d y EscueladeAnimacion3d, respectivamente, o a la dirección electrónica contacto@animacion3d.com.mx.


            Edgar Clement, creador del cómic indispensable Operación Bolívar, ofrecerá un curso de narrativa gráfica como parte de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán, los días 11 y 12 de marzo, en el Centro Cultural La Cúpula, en Mérida, la capital yucateca. Obtengan informes en la dirección eycgcontact@gmail.com.


            Este sábado 27 de febrero se inaugura a las 15:30 la exposición fotográfica Héroes y villanos, en el Centro Cultural Carranza, que presentará fotos de cosplay, la bonita actividad de origen japonés de interpretar a personajes de los cómics y los dibujos animados. La cita es en la calle Lázaro Pavia Sin Número de la colonia Jardín Balbuena, a espaldas de la delegación Venustiano Carranza de la Ciudad de México.
            Y para concluir esta entrega, hacemos acuse de recibo del genial volumen Manual de supervivencia de la pareja moderna, publicado por Editorial Grijalbo, realizado por Tania Camacho y Esteban Martínez, a su vez creadores de la fabulosa tira Jours de papier. Muy bonito, muy bien editado, realizado con cariño y fuerza. A leer sin falta.


           
           
           


lunes, 15 de febrero de 2016

Deadpool, el desmadre enmascarado

Este fin de semana se estrenó en México y Estados Unidos Deadpool, la cinta más reciente inspirada en historietas. Cuando el subgénero cinematográfico de los superhéroes parecía agotado, la nueva cinta de Tim Miller –que no es ningún novato en adaptar cómics en la pantalla: hizo lo propio de forma muy efectiva con Scott Pilgrim en 2010— llegó a dar un nuevo aire y una nueva definición al caos, la destrucción, la desacralización de los valores sociales en general, y a introducir un concepto arrumbado desde La Máscara (Chuck Rossel, 1994, protagonizada por Jim Carrey), el desmadre.


                Deadpool (Ryan Reynolds, estrella de la fallida Linterna Verde, 2011) es un desmadroso. Enamorado, el matón a sueldo Wade Wilson, que golpea por encargo con una veta de bondad y desinterés en su corazón, se somete a un tratamiento contra el cáncer que padece, sólo para poder vivir con la mujer que ama (Morena Baccarin, bien conocida por los aficionados a las historietas y producciones basada en ellas, luego de estelarizar la serie de televisión con aventuras en el espacio, Firefly; la segunda versión del programa Invasión extraterrestre; hacer las voces de la villana Cheetah y a la heroína Canario Negro en dibujos animados, además de hacer el papel de la psiquiatra Leslie Thompkins en Gotham, programa de tele que presenta a Batman cuando era niño).
                El tratamiento tiene éxito, cura el cáncer de Wilson e incluso le da el poder de regenerar sus células al punto de volverlo inmortal, pero tiene terribles efectos colaterales: Le deja la piel como víctima de una psoriasis galopante, le deforma el rostro y lo convierte en un psicópata sádico e infantiloide.
                Nada qué ver con las obsesiones de orden de Batman, con las pulsiones de control ultraderechistas del Hombre de Hierro, y menos con las dudas y la angustia adolescentes del Hombre Araña y Los Hombres X.


                Deadpool vive y sobrevive armando desmadre, dejando caos y destrucción a su paso, rompiendo la cuarta pared y dirigiéndose a su público, estando muy consciente de que es un personaje ficticio dentro de una película.
                Deadpool es la séptima cinta inspirada en un personaje de las historietas de la editorial Marvel en recibir la clasificación R (sólo para adultos) en Estados Unidos, después de las tres películas de Blade el cazador de vampiros, y las tres realizadas a partir del justiciero asesino Punisher.
                Y bien que se gana la clasificación: decapitaciones, chorros de sangre que manan de heridas, violencia irracional que el protagonista disfruta al límite, sin más restricción que sólo hacer daño voluntariamente a quienes deciden perjudicar por obtener ganancias. De las víctimas colaterales inocentes y de los daños materiales millonarios, luego hablamos.


                Dos miembros de los Hombres X, Coloso –generado por computadora— y Negasonic –una preciosa, cachetona Brianna Hildebrand— intentan encaminar a Deadpool de vuelta al lado de los héroes sujetos al orden, y sólo consiguen quedar envueltos en el camino de venganza y destrucción que genera El mercenario hocicón.


                La cinta cumple como divertimento, como demostración de los alcances de las imágenes generadas por computadora, y de que desacralizar un género y demolerlo hasta sus cimientos produce diversión palomera sin más intención que obtener un varo a cambio de mociones básicas. Deadpool no engaña a nadie: para reflexionar y edificarse hay otros trabajos. Esto sin duda es resultado de reclutar entre los guionistas a Rob Liefeld y Fabian Nicieza, quienes crearon a Deapool para los cómics hace 25 años.
                Por lo pronto, Deadpool domina las taquillas estadunidense y mexicana. Al momento, según la revista electrónica Box office mojo, se esperaba que recaudara 150 millones de dólares en Estados Unidos para el lunes 15 de febrero, pulverizando el récord anterior para una película estrenada el mismo mes, impuesto el año pasado por 50 Sombras de Grey, que vendió 94 millones en boletos en sus primeros cuatro días de exhibición. Además, hizo 132 millones de dólares en taquillas fuera de Estados Unidos. Nada mal para una cinta que costó 58 millones de dólares.


                El estudio 20th Century Fox ya autorizó que se filme una segunda entrega con las aventuras de Deadpool, así que hay mercenario hocicón para rato. Sangre, balazos, explosiones y defesmafadrefe para toda la familia mayor de 15 años (en México la censura se vio meno$ $evera que en Estados Unidos, quizá por motivos económico$, y finalmente la violencia de pixeles no pretende promover la agresión, sino hacer catarsis a partir de ella).
                Por cierto, mientras que en México Deadpool anuncia galletas, en Inglaterra promociona al Manchester United en el cual militó el gran pambolero tapatío Javier Chicharito Hernández, y promueve la autoexploración para prevenir el cáncer de mama.






lunes, 8 de febrero de 2016

Antonio Gutiérrez, el más grande historietista mexicano de todos los tiempos



Sixto Valencia, es el ilustrador definitivo de Memín Pinguín, corazón de chocolate del cómic nacional. Gabriel Vargas dejó en viñetas un importante testimonio de la vida urbana mexicana en el siglo XX con su Familia Burrón. Germán Butze y sus divertidísimos Supersabios están hoy injustamente lejos de los reflectores.
            De las grandes figuras del cómic industrial mexicano anteriores a 1970, el más grande, el más importante y mejor de todos los ilustradores es Antonio Gutiérrez, incluso sobre sus maestros y contemporáneos Pancho Flores, Arturo Casillas y Ramón Valdiosera.

 
            Don Antonio, Toñito o Guti, como le llamamos quienes tuvimos la fortuna de ser sus amigos, fue dibujante de cabecera de Yolanda Vargas Dulché, a su vez la más grande narradora de la historieta mexicana de todos los tiempos. La mancuerna guio la sensibilidad (habrá quien diga la sensiblería) de Latinoamérica con los relatos que crearon para la revista Lágrimas, Risas y Amor, la eterna Lágrimas y Risas, adaptados y adoptados por el cine y la televisión.
            Yesenia, El pecado de Oyuki, Rubí, Gabriel y Gabriela, María Isabel (La Cenicienta latinoamericana definitiva), todas fueron creadas por la dupla Vargas Dulché/Gutiérrez. También dibujó Rarotonga, uno de los más grandes éxitos de Editorial Argumentos (Edar), empresa pivote de un imperio que fue impresor, distribuidor de impresos e incluso consorcio inmobiliario, en sus estertores a principios del siglo XXI cuando se llamaba Grupo Editorial Vid. Pocos reparan en que Rarotonga no fue escrita por doña Yolanda sino por su esposo Guillermo de la Parra, a su vez inspiración para el nombre de Memín, el queridísimo, inolvidable afromexicano.


            Este su Charrus enigmaticus trae a Toñito en la mente desde la semana pasada. Y es que el pasado 4 de febrero, Guti (iren al Charro del Misterio, bien confianzudo, pero no es más que por la admiración y el cariño) habría cumplido 96 años.


            Toño nació el 4 de febrero de 1920 en el barrio de San Miguelito, en la capital de San Luis Potosí. Su madre, viuda, era propietaria de un hotel y vio escandalizada que su chamaco se pasaba dibujando día y noche. Preocupada por el pobre futuro económico que ella veía para Toño si se volvía artista, ordenó a su personal ocultar cuanto material pudiera obtener el chamaco para hacer trazos.
            El esfuerzo fue inútil. Toñito robó carbones de la cocina y con ellos hizo dibujos sobre el suelo de la azotea del hotel. La doña debió reconocer que el chavo llevaba el arte en las venas y lo dejó ser, crear, copiar, analizar, experimentar, DIBUJAR historietas.
            A los 17 años, Gutiérrez publicó su cuento Kombo el hombre león en la revista Macaco y se lanzó a la aventura a la Ciudad de México. Cuando su tren salió de la estación, gritó que sólo volvería a San Luis siendo un ilustrador de éxito. Nada menso, lanzó su juramento cuando la máquina pitaba, no fuera a ser que regresara con un palmo de narices; precaución ociosa, pues llegó a ser el rasero con el que se midió a la excelencia en la entonces boyante industria del cómic tenochca del siglo XX.


            Gutiérrez llegó al estudio del historietista pionero Ramón Valdiosera para pedir chamba. Un caballero, don Ramón dijo al escuincle que no tenía trabajo qué ofrecerle, pero que estaba a sus órdenes y volviera cuando lo necesitara. Con la espontánea osadía de la poca edad, Toño replicó: “Hoy es cuando más necesidad tengo. Y no tengo dónde dormir; le tomo la palabra”. Extendió la colchoneta que era también su maleta, y se quedó en el lugar.
            Con un fabuloso sueldo de 10 centavos diarios, suficientes para subsistir a fuerza de bolillos y plátanos, Toño empezó a ser un profesional de la historieta borrando los trazos a lápiz que quedaban en las páginas de cómic ya entintadas por ilustradores más experimentados. Afinó sus monos bajo la dirección de Valdiosera.
            Para la década de 1940 ya era de los mejores y más cotizados dibujantes de México. Incluso sufrió al menos un secuestro a manos de rivales del coronel revolucionario José García Valseca, dueño de la revista fundacional Paquito y de lo que hoy es la Organización Editorial Mexicana. Con esos plagios no se pretendió atentar contra la integridad del ilustrador, sino para impedirle dibujar y retrasar la edición de su trabajo.


             En busca de rapidez y efectismo, creó la técnica de ilustración de cómics llamada medio tono, lograda con lápices y carboncillos. Pionero de la autopublicación, creó a Don Proverbio, un viejito que ilustraba relatos moralistas a través de consejas populares. “La mafia de la distribución” de impresos, bien descrita por Luis Gantus en su libro La increíble y triste historia de la cándida historieta y la industria desalmada (Caligrama/Ediciones Balazo, 2014), impidió que esta obra llegara masivamente a los lectores.


En 1951 dejó la historieta y fundó el Canal 5 de televisión junto con su amigo Guillermo González Camarena, de quien fue director artístico, jefe de producción y para el cual realizó cortinillas en dibujos animados. Vargas Dulché lo llamó en 1954 para que le dibujara en Edar.
            Toñito dejó las editoriales a mediados de la década de 1980, pero se dio tiempo de hacer el Prontuario Rotario para Rotary International, organización a la cual pertenecía, y de fundar La Hermandad de Historietistas, tertulias en las cuales los entonces bisoños Sebastian Carrillo Bachan, Bernardo Fernández Bef, y Oscar Bazaldúa, entre otros, convivieron y parendieron de titanes del calibre de Valencia, Ángel Mora (Chanoc), Daniel Muñoz (El Pantera), Héctor DeNegri (Por favor), Joaquín Fernández Bassoco (Tawa), los portadistas indispensables Benjamín Orozco padre e hijo y decenas de figuras más. Perdimos físicamente a Toño el 1 de mayo de 2006, pero su trabajo titánico permanece.


            Bef, novelista gráfico y en prosa, autor de muy buen trabajo como Uncle Bill y Hielo Negro, llamó a Gutiérrez “nuestro Jack Kirby, sólo que a diferencia del rey de los cómics, Toñito pasó sus últimos años sin recibir el reconocimiento que merece su obra, de gran impacto en la cultura popular”. Yo aquí me atrevo a refutarte, entrañable Bef. Kirby, creador del Universo Marvel –cuyo aniversario luctuoso fue el 6 de febrero— era el Gutiérrez gringo.
Los historietistas mexicanos del siglo XXI fueron antecedidos por creadores gigantes, y el más grande de todos se llama Antonio Gutiérrez.
(Gracias al Museo de la Caricatura y la Historieta Joaquín Cervantes Bassoco,
del cual tomé ilustraciones) 
MISCELÁNEA COMIQUERA
Editorial Panini pondrá pondrá en circulación a partir del próximo 17 de febrero una primorosa colección de 60 figuras inspiradas en personajes de DC Comics, cada una acompañada de un bonito folleto con información sobre el héroe o villano correspondiente. Están chulas de bonitas.