Hace
unos días tuve la oportunidad de publicar una nota en la versión impresa de La Jornada,
anunciando el prestreno del documental Novaro,
el coloso mexicano, producido por K3
Films, dirigido por Andrés Pardo Piccone y Santiago Cassarino. Este trabajo
presenta la historia de la mítica Editorial Novaro, que llegó a ser una de las productoras
de historietas más grandes y poderosas de América Latina en el siglo XX, desde
su fundación hasta su destrucción por malos manejos económicos.
El maestro Alfredo Cardona Chacón,
hijo del poeta, escritor y periodista Alfredo Cardona Peña, me envió una carta
en la que ofrece “algunas precisiones sobre la trascendencia de la Editorial
Novaro y, particularmente, de Fantomas,
la amenaza elegante”.
En ella, el maestro Cardona Chacón
presenta detalles que omite el documental, que no hacen desmerecer el esfuerzo
titánico de Novaro, el
coloso mexicano, el cual en menos de una hora y
media sintetiza 45 años de historia de la historieta en México.
Con
su misiva, don Alfredo hace énfasis en la labor del editor, anónima, estresante
y encomiable. Pocos han sido los editores de revistas mexicanas conocidos y
reconocidos; si acaso se recuerda el muy buen trabajo del ya fallecido don
Arnulfo Flores, director de la empresa Editoposter (hoy Vanguardia Editores) en
la cual publicó la revista rockera pionera Conecte, así como los cómics Simón Simonazo y
Chizz, Video Risa y Los Viajes de Sdubi, al igual que Conexión Manga, revista sobre cómics y dibujos animados japoneses.
Tampoco
se ha destacado lo suficiente la labor de Remy Bastién durante la década de
1980 al dirigir las reimpresiones en español de las historietas estadunidenses
Marvel en Novedades Editores, donde también encabezó las series Joyas de la
literatura, Novelas inmortales y Hombres y Héroes. Y es justo mencionar el trabajo de Francisco
Jiménez, activo desde tiempos de Novaro, director editorial en Grupo Editorial
Vid y hoy al frente de Editorial Panini México.
En
su carta, Cardona Chacón indica que su padre “fue por más de 20
años director de la División de Cómic [de Novaro] y, a mediados de los años
sesenta, rescató y adaptó de la novelística francesa romántica del siglo XIX al
popular personaje creado en 1911 por los franceses Marcel Allain y Pierre
Souvestre, lo actualizó y lo incorporó en [la revista] Tesoro de cuentos clásicos, ganándose, por la formidable aceptación
del público, su permanencia en la editorial antes referida durante las décadas
de 1960, 1970 y principios de los años ochentas.
“En ese sentido, es justo hacer del
conocimiento al público, que parte de los personajes como el Profesor Semo y
las doce atractivas edecanes –que eran reconocidas por singulares nombres del
Zodíaco– fueron creación de Cardona Peña. El grupo de profesionales que
conformaba el equipo de trabajo de mi padre estaba compuesto por personas de
primera línea, entre otros: los poetas Juan Bañuelos y Otto-Raúl González; el novelista
Raúl Navarrete; el editor Guillermo Mendizábal (en ese tiempo gerente de la
División de Revistas); los dibujantes Rubén Moro, Gerardo de la Torre y don Ruy
Sánchez (abuelo del apreciado escritor Alberto Ruy Sánchez) entre otros.
Enfatizo que el 80 por ciento de las historias de Fantomas fueron ideas originales
de Cardona Peña, y los guiones los solicitaba a los escritores Gerardo de la
Torre y Mario Trejo (Gonzalo Martré) para la elaboración de los argumentos.
“Como referencia, menciono lo sucedido el 10
de junio de 1971 –la Matanza del Jueves de Corpus– cuando tuvo lugar la
manifestación estudiantil en la Ciudad de México en apoyo a la Universidad
Autónoma de Nuevo León y que fueron brutalmente masacrados por el grupo
paramilitar al servicio del estado (entonces presidido por Luis Echeverría
Álvarez) llamado Los Halcones y, a
los pocos días del lamentable hecho, Alfredo Cardona Peña decidió presentar [en
el número 76 de Fantomas, con fecha de portada 28 de diciembre de 1971] a
Fantomas acompañado por un grupo de jóvenes llamados Las águilas aztecas para enfrentar a los paramilitares y, con ello,
darles huida. Otra historia es cuando Fantomas aparece en el Museo del Louvre
en París para rescatar los labios de La
Gioconda que se había robado un millonario filántropo.
“Por lo anterior y muchas razones más, considero
responsable y conveniente aplaudir el notable trabajo de los productores del
documental que hace alusión a la Editorial Novaro, a la vez que les manifiesto
el interés por tener presente los aportes intelectuales y literarios que
acreditó Alfredo Cardona Peña al desarrollo de la historieta en México y de la
propia editorial. Sin más por el momento y con un espíritu de colaboración, me
pongo a su disposición para otorgar mayor información y/o documentación que
permita enriquecer el trabajo que noblemente realizan.”
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