domingo, 6 de noviembre de 2016

Fantomas, Novaro y una historia aún no relatada



Hace unos días tuve la oportunidad de publicar una nota en la versión impresa de La Jornada, anunciando el prestreno del documental Novaro, el coloso mexicano, producido por K3 Films, dirigido por Andrés Pardo Piccone y Santiago Cassarino. Este trabajo presenta la historia de la mítica Editorial Novaro, que llegó a ser una de las productoras de historietas más grandes y poderosas de América Latina en el siglo XX, desde su fundación hasta su destrucción por malos manejos económicos.


            El maestro Alfredo Cardona Chacón, hijo del poeta, escritor y periodista Alfredo Cardona Peña, me envió una carta en la que ofrece “algunas precisiones sobre la trascendencia de la Editorial Novaro y, particularmente, de Fantomas, la amenaza elegante”.
            En ella, el maestro Cardona Chacón presenta detalles que omite el documental, que no hacen desmerecer el esfuerzo titánico de Novaro, el coloso mexicano, el cual en menos de una hora y media sintetiza 45 años de historia de la historieta en México.


            Con su misiva, don Alfredo hace énfasis en la labor del editor, anónima, estresante y encomiable. Pocos han sido los editores de revistas mexicanas conocidos y reconocidos; si acaso se recuerda el muy buen trabajo del ya fallecido don Arnulfo Flores, director de la empresa Editoposter (hoy Vanguardia Editores) en la cual publicó la revista rockera pionera Conecte, así como los cómics Simón Simonazo y Chizz, Video Risa y Los Viajes de Sdubi, al igual que Conexión Manga, revista sobre cómics y dibujos animados japoneses.
Tampoco se ha destacado lo suficiente la labor de Remy Bastién durante la década de 1980 al dirigir las reimpresiones en español de las historietas estadunidenses Marvel en Novedades Editores, donde también encabezó las series Joyas de la literatura, Novelas inmortales y Hombres y Héroes. Y es justo mencionar el trabajo de Francisco Jiménez, activo desde tiempos de Novaro, director editorial en Grupo Editorial Vid y hoy al frente de Editorial Panini México.


            En su carta, Cardona Chacón indica que su padre “fue por más de 20 años director de la División de Cómic [de Novaro] y, a mediados de los años sesenta, rescató y adaptó de la novelística francesa romántica del siglo XIX al popular personaje creado en 1911 por los franceses Marcel Allain y Pierre Souvestre, lo actualizó y lo incorporó en [la revista] Tesoro de cuentos clásicos, ganándose, por la formidable aceptación del público, su permanencia en la editorial antes referida durante las décadas de 1960, 1970 y principios de los años ochentas.


“En ese sentido, es justo hacer del conocimiento al público, que parte de los personajes como el Profesor Semo y las doce atractivas edecanes –que eran reconocidas por singulares nombres del Zodíaco– fueron creación de Cardona Peña. El grupo de profesionales que conformaba el equipo de trabajo de mi padre estaba compuesto por personas de primera línea, entre otros: los poetas Juan Bañuelos y Otto-Raúl González; el novelista Raúl Navarrete; el editor Guillermo Mendizábal (en ese tiempo gerente de la División de Revistas); los dibujantes Rubén Moro, Gerardo de la Torre y don Ruy Sánchez (abuelo del apreciado escritor Alberto Ruy Sánchez) entre otros. Enfatizo que el 80 por ciento de las historias de Fantomas fueron ideas originales de Cardona Peña, y los guiones los solicitaba a los escritores Gerardo de la Torre y Mario Trejo (Gonzalo Martré) para la elaboración de los argumentos.

 
“Como referencia, menciono lo sucedido el 10 de junio de 1971 –la Matanza del Jueves de Corpus– cuando tuvo lugar la manifestación estudiantil en la Ciudad de México en apoyo a la Universidad Autónoma de Nuevo León y que fueron brutalmente masacrados por el grupo paramilitar al servicio del estado (entonces presidido por Luis Echeverría Álvarez) llamado Los Halcones y, a los pocos días del lamentable hecho, Alfredo Cardona Peña decidió presentar [en el número 76 de Fantomas, con fecha de portada 28 de diciembre de 1971] a Fantomas acompañado por un grupo de jóvenes llamados Las águilas aztecas para enfrentar a los paramilitares y, con ello, darles huida. Otra historia es cuando Fantomas aparece en el Museo del Louvre en París para rescatar los labios de La Gioconda que se había robado un millonario filántropo.


“Por lo anterior y muchas razones más, considero responsable y conveniente aplaudir el notable trabajo de los productores del documental que hace alusión a la Editorial Novaro, a la vez que les manifiesto el interés por tener presente los aportes intelectuales y literarios que acreditó Alfredo Cardona Peña al desarrollo de la historieta en México y de la propia editorial. Sin más por el momento y con un espíritu de colaboración, me pongo a su disposición para otorgar mayor información y/o documentación que permita enriquecer el trabajo que noblemente realizan.”

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